martes, 14 de agosto de 2012

Guinda viña



Estaba mi alma niña
perdida entre amapolas
cuando pasaste repentino
oliendo a hierba fina,

con tus ojos cubiertos de sol,

ceño áureo

y risa de guinda viña.


Besé tu cauda de estrellas,

aprendí la sal de tus huellas

y me bebí el nardo de

tu pecho amado.


Floreciste mi verso, mi canto

y mi llanto.


Tejiste rosas rojas bajo mi piel,

y al final de la lluvia,

como un pabilo sin luz,

te llevaste lentamente

el rosado vino de tu dulce boca.

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Hasta mañana, si Dios quiere.

Imagen de Kemal Kamil AKCA. Gracias


16 comentarios:

María dijo...

Hoy he olido con tus letras a hierba fina, a flores de versos, a rosas rojas en tu piel; he sentido la lluvia, el sol, tu mirada en mi boca; he escuchado tu canto; y he visto la luz de tu poema.

Un beso.

TORO SALVAJE dijo...

Que delicia es leerte siempre.
Y suspirar...

Besos.

angélica beatriz dijo...

Me has escuchado porque entiendes el lenguaje del alma, mi querida María.

Gracias por tu siempre bella visita.

Mil besos.

angélica beatriz dijo...

Y qué dicha es escucharte a ti, mi Torito querido :-)

Un beso.

fgiucich dijo...

Una hermosura total!!! Abrazos.

angélica beatriz dijo...

Gracias, Fernando querido. Eres muy lindo siempre.

Un beso grande.

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Hola, Angélica:

Rosado vino de una dulce boca, que dejó del amor los recuerdos y un poema que arranca suspiros.

Un abrazo.

angélica beatriz dijo...

Gracias, querido Rafael. Tus palabras son como dulce brisa en la tarde del verano.

Un beso.

Amapola Azzul dijo...

Bueno, ahora entiendo mucha cosas, así como se iba a ¿morir un blog?, bien entendido así eres feliz, lo entiendo,prefiero tu felicidad, ya te lo dije. Besos desde el otro lado del Viento.
Preciosa poesía a la autora, un abrazo sincero.

angélica beatriz dijo...

Gracias por tu visita y tus palabras, querida Amapola. Eres bienvenida siempre.

Muchos besos.

Dernier dijo...

Tus palabras, su cadencia, es el resbalar del agua desde la fuente hasta tu boca.

Beso.

Maritza dijo...

"aprendí la sal de tus huellas

y me bebí el nardo de

tu pecho amado".

Qué hermosura de versos...qué hermosura de pasión, que aunque al final se aleja, seguro vuelve día tras día...
Escribes precioso, Angélica!

(me avisas por mail de tus entradas?)

BESO GRANDE.
ESCRIBE SIEMPRE A LA PASIÓN...

angélica beatriz dijo...

La fuente del amor.

Gracias, Javi hermoso.

Dos besos.

angélica beatriz dijo...

Hola, mi querida Maritza!

Eres un amor. Gracias por cada una de tus palabras.

Sí, trataré de mandarte la actualización de mis poemas, oki?

Este fin de semana pongo al día el blog y te anexo.

Mil besos.

esteban lob dijo...

Muy bello como siempre.

Yo también "aprendí la sal de tus huellas" para seguir tus escritos, amiga.

angélica beatriz dijo...

Gracias por tu hermoso comentario, mi Esteban querido.

Un gran beso hasta Chile.