De cuando en
cuando,
despiertan las
viejas tardes de abril,
aquellas que guardaron
la risa de mi madre
cuando tejía historias al sol.
De vez en
vez,
el vuelo
interminable de la alondra desempolva
recuerdos de una niña
y la secreta confidencia
de una casa vestida de luz.
Tardes calladas que entonan
sigilosas el largo recorrido
del tiempo.
De cuando en
cuando,
vuelve a
renacer el ecolejano del tren,
el abrigo de la luna,
la mirada de mi madre
y la calma de un hogar.
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Hasta mañana, si Dios quiere.
Imagen de Kemal Kamil AKCA. Gracias
16 comentarios:
Un poema conmovedor.
Recuerdos entrañables sonriendo en cada verso.
Besos.
Angélica, tu poema está envuelto en una caricia suave de nostalgias y recuerdos que habitan en tu corazón, tus versos son el abrigo de tu mirada hacia la infancia en un hogar donde se transmite que reinaba la paz, la calma, la protección y el amor, me ha encantado.
Un beso.
Está demás que te diga que es un verso precioso, Angélica, porque los tuyos siempre lo son.
No está demás, sin embargo, que te reitere mi admiración.
Hola, Angélica:
¡Ay! qué fue de esos abriles, ésos de los años juveniles.
Un abrazo.
Las tardes de Abril saben a galletas en caja de cartón, a chocolate de “onza”, a campiña asomada a tu ventana…y como música de fondo tu poesía sobre un mantel de cuadros cerca de un jarrón con una amapola.
Beso.
Así es, querido Torito. De seguro, el recuerdo de nuestra niñez vive latente en cada uno de nosotros.
Un beso.
Gracias por tus dulces palabras, querida María.
Dos besos.
Muchas gracias, mi querido Esteban.
Un gran beso para ti.
Esos abriles viven en mi alma, querido Rafael, y desde allí, siguen iluminando y entibiando cada uno de mis días, gracias a Dios.
Un beso!
¿Puedes creer que pude "contemplar" ese mantel de cuadros con el jarroncito y la amapola, querido Javi?
Mil gracias...
Mi beso para ti.
Nostalgia me traiste...
(Aunque en mi hogar no reinó mucho la calma jajajaja...pero era mi "hogar")
Un beso mi Angélica preciosa :)
Bueno, mi querida Indra, con seis hijos, creo que también en casa se debieron vivir días muy moviditos :-)
Gracias por venir a verme.
Un beso muy grande para ti.
Un poema nostálgico y sencillo. Muy bonito, querida Angélica, sobre todo me gusta la última estrofa. Un abrazo
Gracias, querido José.
Un beso.
Algo tardíamente, vengo a leer este poema que me trae muchísimos recuerdos de las tardes de abril. Abrazos.
Nunca llegas tarde, querido Fernando. Gracias por no olvidarme.
Un beso.
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