Trasnochaste
mis sueños
enredando
tus miradas ocres
bajo
la almohada.
Me
acostumbraste
a
desempolvar las grietas del alma
con tu lluvia azul,
estremecida de viento,
revestida de tu cuerpo,
fluyendo entre besos
y bailando el deseo
entre tus dedos
de blanca seda.
No
hubo amaneceres,
solo
lunascantando tu luz,
iluminando el vaivén
de las olas
en nuestra piel.
Me
atrapaste
en
una estrella y ahora titilo
abrazada a la senda
que dejaste olvidada
en la clara noche
del amor.
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Hasta mañana, si Dios quiere.
Imagen de Kemal Kamil AKCA. Gracias