sábado, 13 de septiembre de 2008

Al alba...


Amanece la añoranza enclavada en la fugaz visión
de lo que un día fue tu luz.

Y otra vez, como queriendo palpitar
en el tumulto de recuerdos,
te hace presa de los sueños que fingieron existir.

El canto del arroyo musita quedamente
un sentimiento fugitivo a pleno sol.

La vida pasa.

El amor permanece.

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Hasta mañana, si Dios quiere.

Imagen de Crina-Paula P. Gracias